Tras haberse regulado en 2013 en nuestro país la producción y expendio de marihuana en flor, nos enfrentamos hoy por hoy a una política de seguridad pública y drogas con un pronunciado sesgo belicista y prohibicionista.
Si pretendemos sanear nuestra sociedad de la violencia surgida del narcotráfico, bajo ningún concepto puede ser peor el remedio que la supuesta enfermedad.
Carta a la Justicia uruguaya
