Más que en el pié un tiro en la cara

Brasil. Sectores del Congreso Nacional se movilizaron en torno a una propuesta de enmienda constitucional que tipifica con penas de prisión toda posesión de drogas ilícitas, independientemente de su cantidad. Quién fomenta el pánico moral antidrogas cultiva la falacia de que las drogas ilícitas están prohibidas porque son dañinas, mientras que las drogas legales son poco dañinas o incluso beneficiosas.

CON RODRIGO MOROSOLI, FISCAL DE ESTUPEFACIENTES

—¿Cómo llegan estas personas a involucrarse con el mundo del narcotráfico?

—No soy criminólogo ni cientista social, sino un abogado que trabaja como fiscal. Con eso dicho, creo que es parte de una cultura de instantaneidad, de acceso fácil a bienes de consumo, a dinero, en contraposición a un avance más lento del mercado laboral formal y de las oportunidades educativas. Se va convirtiendo en una subcultura, una forma de vivir, que hace que en el ámbito familiar se vayan decantando por esta actividad ilícita.

La cárcel sigue sin ser la solución

Existe cierto consenso internacional sobre la importancia de aplicar penas alternativas a la prisión cuando la persona es el referente en el cuidado de menores. Este consenso se resume en las Reglas de Bangkok establecidas por la Asamblea General de la ONU y la recomendación de: “Al dictar sentencia o decidir medidas previas al juicio respecto de una mujer embarazada o de una persona que sea la fuente primaria o única de cuidados de un niño, se debería dar preferencia a medidas no privativas de la libertad

La fuerza del mercado de las drogas ilegalizadas

En su extensa división del trabajo, el crimen organizado de las drogas ilegalizadas cubre un repertorio extenso de actividades delictivas de poderosos y de cuello blanco, así como delitos de débiles y de cuello azul. Mientras los primeros protegen el capital y se protegen a sí mismos, los segundos están desprotegidos creyendo no estarlo, defendiendo con su cuerpo lo que no les pertenece.

Barcelona. Ayuntamiento busca cerrar clubes de cannabis.

España. El Ayuntamiento de Jaume Collboni (PSC) ha puesto en su punto de mira a los clubes sociales de cannabis de Barcelona y admite ya que su voluntad es cerrarlos todos. El Consistorio está buscando las vías para clausurar “con seguridad jurídica” unos espacios que se han convertido durante la última década en una de las principales vías de acceso a la sustancia que tienen sus usuarios en la ciudad.