Mercado legal, ilegal y ¿gris?: efectos de la regulación del cannabis en Uruguay*

La evidencia preliminar indica que este movimiento de usuarios hacia el mercado gris en Uruguay sí ha tenido consecuencias positivas en términos de contacto con la criminalidad: cada vez menos usuarios compran cannabis en “bocas” o a dealers. De acuerdo a un estudio con consumidores frecuentes de cannabis de Montevideo del proyecto LAMRI[4], que consistió en una encuesta en 2014 y otra en 2017, el porcentaje de usuarios que accedían por estás vías se redujo de 78% a 41%.

Cannabis para turistas sí. Pero…

Todo turista que viaja a Uruguay para consumir marihuana regulada o «gris», ejerce efectivamente una reducción de daños que en la mayoría de los casos no se le permite en su país de origen. Y que es completamente absurdo prohibirles ejercer ese derecho y de una mejora radical en su consumo en su consumo de cannabis si de de salud pública hablamos.

Por otro lado la cruda pugna de los diferentes lobbys interesados en la posiblidad de una nuevo público adquiriente no permite ver ni discutir con claridad la necesidad de incluir en el marco regulatorio a aquellos que en forma regulada o no… asisten a esa misma reducción de daños y ejercicio de las libertades, ofreciendo también y más allá de las farmacias, cannabis de calidad en un contexto seguro y amigable.

DEL GRIS DE LA REGULACIÓN AL BLANCO DE LA CRIMINALIZACIÓN

Uruguay estuvo a la vanguardia mundial cuando reguló de manera integral el cannabis. Pese a ello y a la legislación e institucionalidad, quedó rezagado en distintos aspectos y, sobre todo algunas actividades como la medicinal están legisladas hace tres años, pero nos encontramos lejos de regular su implementación. Por otra parte, pese a la clara intención de separar las respuestas estatales relativas a los campos de lo «administrativo» y lo «penal» continúan existiendo espacios grises en los que el prohibicionismo sigue actuando mediante la criminalización de conductas vinculadas al cannabis que están lejos del mundo delictivo.

Turismo cannábico en Uruguay: las discusiones en torno al proyecto de ley

La Agrupación de Cultivadores de Cannabis del Uruguay (ACCA) entiende que, además de consignarse más un “acceso universal” que el “turismo cannábico”, debería incluirse “la microproducción” en el articulado, “para así contribuir a resolver la falta de acceso en la mayoría de las localidades del país y no apenas en los focos turísticos”.

Carta a la Justicia uruguaya

Tras haberse regulado en 2013 en nuestro país la producción y expendio de marihuana en flor, nos enfrentamos hoy por hoy a una política de seguridad pública y drogas con un pronunciado sesgo belicista y prohibicionista.
Si pretendemos sanear nuestra sociedad de la violencia surgida del narcotráfico, bajo ningún concepto puede ser peor el remedio que la supuesta enfermedad.

Encuentro cannábico solidario

«Son dos cosas. Lograr estabilizar nuevamente esas garantías jurídicas que una vez tuvimos con la regulación. Que ya no tenemos. Y que están siendo sistemáticamente atacadas. Y la otra, seguir generando ámbitos de promoción política. Esto es cada uno con sus referentes, sea del partido que sea, para que se den licencias accesibles. Porque toda la falta de implementación es lo que provoca que haya un mercado gris.»

Comunicado nro4 de la ACCA

En uruguay hemos tenido en estos últimos días algunos sonados casos policiales y judiciales de allanamientos a cultivos, grows, clubes y particulares por actividades que según el marco jurídico actual pueden ser consideradas ilícitas.
O sea que más allá de su resolución los procedimientos pueden calificarse como «sujetos a derecho». Esto es bueno tenerlo en cuenta más allá de nuestras respectivas filosofías sobre la marihuana. Dicho esto deberíamos analizar porque se dan estas situaciones de establecimiento de un mercado gris de la cannabis en Uruguay. Y probablemente hallemos respuesta en las carencias del sistema de acceso regulado, que fue promulgado en 2013 en nuestro país.