Udelar, ANII y el Instituto de Regulación del Cannabis crean fondo para financiar investigaciones sobre marihuana

Las instituciones firmaron un convenio para promover estudios científicos sobre la planta y financiar proyectos con un fondo de $ 8 millones

Por Victoria Fernández para Búsqueda. 09/01/2024.


Con el objetivo de promover la investigación científica sobre el cannabis en Uruguay, la Universidad de la República (Udelar), la Junta Nacional de Drogas (JND), el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) firmaron un convenio para financiar estudios académicos.
Las cuatro instituciones acordaron crear un fondo, de poco más de $ 8 millones, con la finalidad de “promover la investigación científica sobre cannabis”.
El pasado 31 de diciembre el convenio fue aprobado por resolución del secretario de la Presidencia y presidente de la JND, Rodrigo Ferrés.
La resolución detalla que se creará un Fondo Sectorial de Investigación Cannábica para financiar proyectos de investigación vinculados al tema, que será constituido con recursos de la Udelar, la ANII y el Ircca. La universidad y la agencia de investigación aportarán cada una $ 3.200.000, mientras que el instituto de regulación aportará $ 1.900.000. La JND, por su parte, brindará asesoramiento técnico.
De acuerdo con la resolución, la creación del fondo busca promover la producción de evidencia científica para mejorar la calidad, la eficiencia y la sostenibilidad de las políticas públicas vinculadas a la marihuana, en línea con lo que establece la Estrategia Nacional de Drogas 2021-2025 de la JND.
Consultada sobre el convenio, la prorrectora de Investigación de la Udelar, Virginia Bertolotti, contó a Búsqueda que este se enmarca en una línea de acción que la universidad estatal viene llevando adelante para mejorar las condiciones de trabajo de los investigadores que se dedican al tema.
El campo de estudio sobre el cannabis comenzó a crecer a partir de la legalización de la comercialización de la marihuana en Uruguay, en 2013, y de la ley que en 2019 declaró de “interés público” las investigaciones sobre el tema, señaló la prorrectora. No obstante, explicó, persisten dificultades para avanzar en la investigación sobre el cannabis, como trabas burocráticas, demoras para conseguir autorizaciones —ya que las investigaciones que se enfocan en la planta requieren de licencias del Ircca—, y falta de sistematización de la información.
Para contribuir a dinamizar el campo de estudio y minimizar los obstáculos que enfrentan los investigadores, el año pasado se creó en el ámbito del Prorrectorado de Investigación de la Udelar el Comité de Investigaciones Cannábicas, un colectivo de académicos que estudian el cannabis y sus derivados.
“La Udelar ya venía trabajando en un convenio con el Ircca para agilizar las autorizaciones para los investigadores, y finalmente creamos este comité para encaminar el tema y seguir ordenando” lo vinculado a esta área de trabajo, explicó.
El comité tuvo un rol central en acercar el interés de la Udelar a la ANII y el Ircca y en los intercambios para firmar el convenio.
Entre los cometidos del comité está, precisamente, el mejorar la cooperación e intercambio con otras instituciones y la compilación de un registro de todas las investigaciones y proyectos de investigación sobre cannabis en Uruguay y la región. El fin es contar con información actualizada y ordenada sobre los estudios en el área, para tener un mapa completo de los avances e identificar eventuales áreas por explorar.
“La idea es juntar todo lo que tenemos para analizarlo y definir lineamientos, viendo dónde están los huecos y cuáles son las necesidades” , explicó.


Una experiencia piloto para promover la investigación
La ANII será la encargada de realizar las convocatorias para los proyectos de investigación que quieran obtener financiamiento. También se ocupará de gestionar los procesos de postulación y evaluación, así como del seguimiento técnico y financiero de los proyectos seleccionados.
La gestión del programa estará a cargo de un comité integrado por representantes de las cuatro instituciones que forman parte del convenio. El denominado Comité de Agenda participará en la elaboración de las bases de las convocatorias que se realicen y en el seguimiento de los proyectos aprobados.
Un Comité de Evaluación y Seguimiento estará a cargo de la evaluación técnica de los proyectos que se postulen para ser financiados, y será integrado por expertos designados por el Directorio de la ANII y avalados por el Consejo Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología (Conicyt).
“Se trata de una experiencia nueva, piloto, y confiamos en que funcione bien”, dijo Bertolotti. Explicó que no hay líneas de investigación específicas que quieran promoverse, sino que el “objetivo es que sea abierto a distintos intereses”, que pueden ir desde lo vinculado a la medicina humana o animal, hasta las características de la planta, sus usos, la perspectiva psicológica o social del consumo.
Si bien las bases de los llamados aún no están redactadas, el monto reunido para esta primera etapa permitiría financiar aproximadamente unas cinco investigaciones (unos US$ 40.000 por proyecto), estimó la prorrectora. El plan es que los llamados a interesados se abran en los primeros meses del año y que los proyectos se desarrollen entre 2025 y 2027.


El cannabis, una sustancia que genera interés en la comunidad científica
Pasaron más de diez años desde que Uruguay asumió una posición de vanguardia en el mundo y legalizó el cultivo y la comercialización de cannabis. La ley N° 19.172, aprobada en diciembre de 2013 a impulso del gobierno del frenteamplista José Mujica, habilitó tres vías de acceso legal a la marihuana para consumo personal: autocultivo, compra en farmacias y clubes de membresía. Además, reguló la producción de cannabis con fines medicinales e industriales.
La legalización del cannabis abrió una área nueva y rica para la comunidad científica nacional. Pero en los primeros años los investigadores se toparon con trabas burocráticas —como la autorización de permisos y licencias— que dificultaban el trabajo con la planta y sus sustancias derivadas.
Por eso, en diciembre de 2019 el Parlamento aprobó la ley 19.845 que declaró de interés público la investigación científica sobre el cannabis y sus usos e impactos. La norma buscó facilitar y promover los estudios en ese campo, estableciendo que los organismos públicos deben apoyar “actividades de investigación que contribuyan al conocimiento científico del material genético, planta y derivados del cannabis, de los usos y aplicaciones”. Con ese fin, creó un fondo nacional para financiar proyectos de investigación y un Centro Uruguayo de Estudios Avanzados en Cannabis.
Si bien las dificultades para dinamizar el campo de estudio persistieron —con la pandemia de Covid-19 en el medio— la norma sirvió como empuje y, sobre todo, dejó sentado un marco legal favorable sobre el que hoy se pretende seguir construyendo.
En los últimos años investigadores uruguayos han estudiado los potenciales beneficios del cannabis de uso medicinal, su uso terapéutico en animales, los efectos de la marihuana en la percepción de la realidad, el desarrollo farmacéutico de medicamentos en base a cannabidiol (CBD) y los efectos de las distintas variedades de cannabis en el sueño y en los procesos cognitivos.
También se han realizado trabajos sobre la valorización de los subproductos que se derivan de la cadena industrial del cannabis, y se han explorado las propiedades ansiolíticas, antidepresivas y antipsicóticas del CBD y su posible potencial terapéutico en la adicción a drogas.
Desde la perspectiva social también se han investigado los hábitos de uso de la sustancia de acuerdo a las características de la población y las consecuencias del consumo en los aspectos físicos y psicológicos.

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